por Marcela Astudillo
Después de terminar este noviazgo:
Lloré
Pensé que la vida es injusta y estoy cansada de las injusticias que recibo al menos cuatro veces
por mes
Googlié ‘cómo no deprimirme, consejos’
Le escribí a mi psicóloga para una terapia de emergencia
Sumé todos mis gastos mensuales y calculé si me alcanzaba para alquilar un departamento
luminoso en el barrio que me gusta, sin pasar hambre, sin bajarme de la prepaga, sin estrés, sin la
privación de todos mis caprichos
Escuché una playlist de canciones tristes que encontré en Spotify
Dormí con mi ex novio un mes hasta encontrar un nuevo hogar
Lloré en la ducha, en el bondi 168, en el bondi 140, en la terraza y bajo las sábanas
Googlié ‘Transmutación de vínculos amorosos’
Me hice amiga de mi ex novio
Encontré alquiler
Separamos las cosas que durante los últimos años habíamos comprado. él se quedó con la mixer,
el cubre edredón y los tuppers de vidrio. Yo me quedé con la estufa, los platos de cerámica, el
termo y el mate
Me mudé y mis amigos me ayudaron
Brindamos con Coca Cola light
Compré una nueva cama, sábanas de algodón de 500 hilos y aromatizantes con olor a jazmín
blanco
Lloré por última vez y le conté a mis amigas
Tomé cuatro litros de cerveza y dormí 14 horas seguidas
Googlié ‘soltería’
OkCupid
Un amigo me envió un screenshot del inicio de su celular. Me quería mostrar que en la app de OkCupid tenía 275 notificaciones de 275 chicas distintas que le escribían para comenzar una conversación. Lo abrí pero no me gustó ninguna, me dijo. Pensé que era un caprichoso y que también hay muchas personas buscando constantemente: un besito, un abrazo, el mejor sexo de sus vidas, una charla, un casamiento, un touch and go.
La memoria no es selectiva
Hoy por algunos segundos no recordé tu apellido. Empieza con A, empieza con A. No, empieza con C. Cuál era, cuál es. ¡Cifuentes!. Las películas melosas tenían razón, todo pasa, absolutamente todo pasa.