Ghostwriter

por Verónica Castagnino

Quiero escribir

un poema en la oficina.

mientras finjo

que trabajo.

Quiero escribir un poema

en la oficina

para creer que soy dueña

de mi tiempo,

para llevar a cabo

mi única revolución posible,

diminuta,

imperceptible;

para sentir que soy como las plantas

zombies y decorativas

que hacen

burbujas de oxígeno

y  las regalan

a los trabajadores.

Quiero hacer fotosíntesis

con la pantalla

respirar al revés,

ser distinta

que los otros,

cubrirme con una manta de aire

que me proteja

del tedio.

Quiero escribir un poema

para creer que gano dinero

escribiendo poemas.

Quiero escribir un poema

en donde

soy una perla

dentro de un molusco,

Incrustada,

extraña,

endurecida,

los años me vuelven brillosa

y nacarada.

Quiero escribir

un poema en la oficina

pero escribo

cosas que no me interesan,

cosas que me piden,

mails y objetivos anuales

con metas ínfimas

y realizables

porque

todos los territorios

precisan  

sus propias ficciones

y en ellas  yo me diluyo

me pierdo

y me transformo

en la más modesta y elemental

de las ghostwriter.