Llaverazo

por Marcos Rojas


el vecino está dejando volar
las hojas secas
encima de mis piernas

no le puedo ver
pero sé que es él
por el ruido de la sopladora
eléctrica

todas las mañanas la utiliza,
haya hojas o no,
para pasear y ver qué sucede 
en el resto de casas

jamás he visto a mis vecinos

vivo en una manzana con varias casas
que se cierran
como los mangos de unos alicates

solo me comunico
con los presentadores de la radio
que escucho todas las mañanas
para evitar el ruido de la sopladora

las hojas que soplaron recién
alcanzaron mis pantalones de trabajo beige
mientras intentaba arreglar la barra estabilizadora
de mi coche


estos últimos días
intento llegar a casa
lo antes posible
después de tragarme el atasco
durante horas
y al acelerar
carretera abajo
los badenes a la entrada
del pueblo
rompieron los bujes de la barra
en el centro 
y en los extremos

intento hacer lo que puedo golpeando
la barra con lo primero que reconozco
de la caja de herramientas:

golpeo con tranquilidad la barra
con una llave inglesa ajustable
hasta que las hojas del vecino
me cubren
los pantalones
y entonces empiezo a golpear con fuerza
la barra:
ahora la barra tiene forma de paréntesis angular
y salpico de aceite
y suciedad el pantalón

por suerte las hojas que me cubren
atrapan la mayor parte del aceite,
pero el resto me crea manchas desparejas
en la parte baja de la camisa y en el mismo pantalón


intento quitarme las manchas
con la misma llave
con la que doblé la barra
porque no tengo tiempo para soltarla
(forma parte de mí)
y me creo semicircunferencias de aceite en los muslos

la radio continúa encendida
pero sobrepasa el ruido de la sopladora
del vecino,
que solo me mira

antes de que pueda girarse
le lanzo la llave contra la mandíbula
y se la parte

la sangre que suelta la mandíbula
toca las hojas que ya estaban manchadas
de mi aceite
pero no me tocan a mí

el vecino comienza a palidecer
y se desmaya,
pero no hay nadie en ese vecindario
que llame ahora a la policía
o a una ambulancia

me acerco a él
esperando que reaccione para que me
medio ataque con
la sopladora que está ahora 
apagada o con el motor trabado,
pero sigue pálido
y con la sangre tornada marrón,
así que espero
a que vuelva en sí
para seguir intercambiando
antes de que deba coger el coche 
y regresar de nuevo al trabajo