La nena

por Jimena Casas

Me contás con dulzura las historias de tus compañeras

ellas son todas hijas de inmigrantes, sabes, 

vez ahí, ahí, Ruth, es hija de alemanes

y Lucía, o como le decimos ‘La Tana’,  

nacío en el corazón de Italia, buscas a Lucía con la mirada y exclamas ¿Lucía, lucía, donde habías nacido vos?…

ya no insistís con dar vueltas o

escaparte

se asoma el olor de la panadería que tanto seduce las bocas

traje masitas y medialunas

fascinada veo como el azúcar impalpable tiñe los labios

a una rellena de dulce de leche 

la partimos entre ambas sobre el papel mientras

acotas que sería tu último bocado, 

‘ hay que cuidar la figura, viste, lo dulce hay que comerlo de a poco, moderada

los chocolates, por ejemplo,

son como remedios ‘

me acorde cuando escondías el Tía María atrás del aceite o guardabas 

el fondito del vino

para las noches de ShowMatch.


¿Cuándo te vas? ¿Tocas otros países? ¿Tocas Brasil? 

Florianópolis es muy lindo, también hay ropa diferente 

a mi me gusta andar vestida diferente

la ropa farolera, con muchos colores…

a mi tambièn! me gusta combinar colores 

¡Aja, aja! entonces, vos sos una de las mías 

yo de noche, cuando me levanto ando con un kimono así. 


En el patio sentadas,

veo el esmalte fucsia en tus uñas

recordé un sueño que tuviste en blanco y negro 

¿Soñar? Soñar no sueño mucho 

nose porque 

yo me acuesto y duermo profundo, pero hace dos noches te soñe

que estábamos acá y que te decía ¡Jime volviste! soñe que te hablaba 

y mirá, te apareciste hoy

yo creo que no cambiaste de cara, bueno, quizás yo tampoco

a mí acá me dicen La Nena murmura y nos reímos 

y la verdad, nena, no me siento bah 

chica no me siento, pero me siento una piba.