Una madre no se cansa de esperar

por Xabier Fernández Fernández


María de virgen

Pilar de soporte

la premisa que traigo de vuelta

porque la nostalgia de

algo que fue

pesa

y yo

no puedo volver

ni al vientre

ni al biberón

Perdí a mi madre

el día que puse un pie fuera

la olvidé

como olvido cuidarme

repudié todo aquello que solo ella podía darme

orden

comida

limpieza

claridad

ahora mi cuarto es oscuro

María no baja a abrirme las persianas

y yo esquivo a los niños

si ríen lloro

si lloran me ahogo

porque ellos aún tienen madre y pueden permitirse llorar en alto sabiendo que el consuelo vendrá

Perdí a María

porque anduve buscando a un Cristo

y me topé con sus ángeles

caí

en el pecado carnal

y ni san Pedro

Ni el mismísimo olivo en llamas

podrían señalarme

pues perdí mi reflejo

mi imagen

mi cuerpo

mis ideas

Perdí todo Pilar que me sostenía

por la promesa de un amor

que no llegó

Perdí a mi madre

solo

porque me perdí a mí

Pero te miento

porque no perdí nada

Un Pilar no se pierde

aguanta

y una María no se va

lucha pierde se mata

vuelve

y sigue luchando

Una madre es lo único eterno

pues soy más ella que yo mismo

y sé que el Pilar permanece

y que María me reza cada noche

y eso me consuela hoy

en mi oscura

habitación