Fantasía

por Georgina Tofé


el calor sobre la planta de los pies

la costillas expandiéndose para respirar sobre las piedras

la sensación de seguridad del cuerpo sobre una superficie rígida

el agua chocando contra la orilla

el centelleo amarillo de una flor silvestre cuando le pega el sol

la piel tirante por el exceso de rayos ultravioletas

la presión de los breteles sobre los hombros

el olor a coco del protector solar

los ojos chinos de evitar la resolana

una lata de cerveza tumbada, a medio tomar

el murmullo de una charla a lo lejos

el vendedor ambulante que regala churros después de las seis

la piel erizada cuando cae la tarde

el lago como un espejo de plata

la nariz metida en un libro

silencio afuera y una autopista de pensamientos

cada vez que estoy sola en un lugar lindo

pienso en volver cuando esté enamorada

volver en el fuego de la pasión a coger en el pasto

andar desnudos en el campo

dormir la siesta en la playa entrelazados

apretar contra un árbol meterme en el maíz,

esconderme detrás del trigo

voy a salir de tu vista y llamarte por tu nombre

con un grito agudo ahogado por el sorbo de vino del pico

un merlot que elegí en la vinería de mi antiguo barrio

vamos a testear la cama, la estabilidad de la mesa

me voy a sentar en la silla para ponerme crema primero en los tobillos

de a poco, por partes, subir hasta el cuello

cuando me baño me pongo crema primero

en la pierna derecha, del tobillo a la rodilla

haciendo un torniquete, luego hasta la cintura

en la cara interna de las piernas

después en el frente, en las tetas 

siempre me pongo mal en la espalda porque no llego

esta vez lo voy a hacer adelante tuyo

te voy a pedir que no me toques hasta que absorba

no me vas a dar bola y me vas a pasar la lengua

haciendo el mismo recorrido

voy a terminar en la cama boca arriba

viendo los ladrillos del techo y la lámpara de mimbre en el centro del cuarto

voy a sonreír porque en ese instante

en este cuarto enorme con chimenea y sol de la tarde

estoy enamorada y me siento viva