Miércoles

por JJ Romero

En el supermercado
 alguno de los dos tuvo que haber comprado 
una estampita protectora.
Eso no es hacer trampa y tampoco es desidia.
Es un mundo autosuficiente
el del dinero y la fe,
el del supermercado sin un alma en los pasillos.
O pocas.
Almas buenas, fantasmas que buscan
la reconciliación.
Abrí un yogur y corrí por los pasillos.
En vez del día que se nos vuela todo de las manos
con el viento
que sea el día en que algo nos protege.
Encuentro sosiego para mi vida
en las estampitas protectoras.
Tienen consejos para alcanzar el éxito,
para que la luz te toque
y te triture el corazón como una hormiga
sin hacerlo polvo;
para que te alcance el dinero.


Ahora estoy en la gasolinera
esperando que salga alguien del baño.
Justo en el punto donde el color del techo cambia
Rodeandome de sucesos extraños
Mi ángel vendría a verme en un lugar como este
Trato de ser feliz todo lo que puedo
Conté mi dinero
Tengo todas mis llaves
Me reflejo en los vidrios de los autos 
La tormenta también se refleja


No sé cuánto tiempo nos tomó salir
En parte porque a mi amigo
Se le perdieron las llaves
Por eso


En el paraíso de las llaves perdidas
Cuentan que una puerta 
se tragó una llave y nadie la vio más
Otra cortó una llave de un tajo a la mitad
Una puerta descorazonada expulsó una llave 
de la cerradura
La escupió al suelo
La llave se deformó
Están planeando una venganza sin igual
Las llaves