secó la mareta el agua de lluvia

por Julián Mesa

jugábamos con los baifitos. antes de alimentarnos de ellos. doy gracias de no haber nacido hombre cuando jugábamos con los baifitos mi abuela limpiando los conejos, las tripas afuera, por dentro la ternura está desnuda así lo vi ayer en la noche mi abuela le pedía a mi tío que la arropara bien mijito embrujada en mantas y franelas conolor a madera vieja. pero mi abuela no sabe si es su hijo el que la arropa. ella confía en el amor de un extraño. Y me pareció que era a ella a la que habían bajado la piel hasta los tobillos -las falanges largas tirando separando de los que pudieran llegar a serlo el delito la sangre en el anillo da vueltas a los votos-. ella la que tenía las tripas afuera y por eso pedía que la arroparan bien echa un embrujo aunque en la noche no hiciera frío y mi tío es ahora la madre de su madre y la mira los marrones y los violetas, los colores de sus entrañas, apretados contra el blanco de las paredes de cal.

Que aquí las paredes las pintan de cal y la cal refulge y hace brillos cuando le da el sol las casas cuando les da el sol dan luz y tienes que ponerte la mano como visera para poder ver de tanta luz que dan las casas por fuera.

Pero yo daba las gracias por no ser un hombre, porque puedo tener este cuerpo que es una herida desnuda afuera por donde se pierde el alimento. es muy cristiano dar las gracias.

mi tío enciende su móvil y espera que mi abuela se duerma. ella ya ha trascendido y su boca son palabras que encadenan otras palabras que encadenan como guirnaldas de fiesta ycon dios me acuesto y con dios me levanto Dolores, bella Dolores, bella vara de virtud la vía que yo ha pasado no se la deseo a ninguno que comienza a tocar la cama y no encuentro a nadie santificado sea tu nombre véngase a nosotros tu reino hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo esta noche va a llover un agua muy calentita y ha de venir a caer en tu cara morenita y cómo me hice yo tan luego vieja hasta el otro día estaba pinchando ay si voy a contar la historia mía ande ande ande la marimorena en la cruz está clavada con fuertes clavos de hierro, padre mío de mi vida, divina mansa cordero yo soy esa pecadora hasta mañana si dios quiere.

Dar las gracias y abrir los cuerpos y secar la ternura para que el agua no haga caer la cal de las paredes el agua encuentra la tierra y ellos encalan y ellas desollan y yo doy gracias de no ser hombre y jugar con los baifitos porque les doy besos y se enamoran. huelen a pasto y almizcle que es un olor que aleja la muerte.