por Valentín Etchegaray
a los 19 años me encontré en una fiesta
al cantante que escuché toda mi adolescencia
era chileno
y sus canciones se me hacían simples, sinceras y efectistas
yo estaba cerca de ser
20 años más joven que él
las mañanas las caminaba hacia la escuela
y con el pasar de los años, hacia la fábrica
cantando sus letras
que salían de mis auriculares
un año vino a Argentina y yo lloré cuando vi
que no me alcanzaría el dinero para ir a verlo
pero en la fiesta hice más que verlo
nos miramos, bailamos y nos besamos
era más alto de lo que creía
y sus ojos brillaban como los ojos verdes brillan de noche
me preguntó mi nombre
le contesté y luego pregunté el suyo como si no lo supiera
cuando se hizo de mañana
el sol brillaba como sabe brillar
y nosotros también hicimos
lo que sabíamos hacer
al otro día volvía a Chile
para después irse a Nueva York, donde vive
pero me pidió que lo visitara al hotel
dos horas antes de irse al aeropuerto
llamé a mi jefa, pedí salir antes de la fábrica
y fui a verlo
pasamos un rato hermoso
hablamos de cantantes que a mi me encantan
y que todas son
amigas suyas
volví a mi casa y dormí una siesta
de la que desperté con un mensaje
adivine quién perdió su avión