Brindis

por Violeta Sticotti

son alucinaciones, son multas sin pagar, es esquivar el control de tránsito. Es un campo de margaritas. Es una foto de un campo de margaritas pegada sobre el azulejo de la cocina. son las sensaciones propias del momento propio que estamos viviendo. son dos millones y medio de dólares. son los laureles que supimos conseguir.

así son las noticias del mundo 

vuelan en el aire unos cositos que nos hacen toser y estornudar. se meten por los ojos y por entre la ropa. recién, por ejemplo, encontré uno en mi almohada.

encontraron en perú, cerca de las líneas de nazca, un dibujo sobre la tierra de un gato gigante.

es una figura de un gato casi sonriente de 37 metros de largo. está hecho de piedras claras sobre una montaña de piedras oscuras. permaneció oculto durante 2000 años y recién ahora lo encontraron. me impactó tanto esta noticia, cómo algo tan increíble puede permanecer oculto durante tanto tiempo, cómo puede ser que un grupo de humanos años atrás haya dibujado con piedras sobre la montaña un gato tan simpático, por qué lo hicieron, por qué no estamos nosotros también haciendo algo así. Dibujando gatos con piedras sobre las montañas. 

como espárragos con palta y champiñones 
como fideos de arroz con salsa de tomates que preparo poniendo tomate y ajo en rodajas al horno y luego a la licuadora
como cous cous con calabaza al horno y un chorrito de aceite de oliva
voy a intentar no comer por algún tiempo ninguna de las cosas que te mataron.

¿por qué todos dicen que eras un gran hombre?
porque nunca usaste la palabra innovación
porque te metieron preso en viena por vender banderines del che guevara
porque pateaste y rompiste la vidriera de un local que te copiaba los muebles
porque resolviste bien el tema del ojo
ahora nadie te conoce
sos el vecino
todo ha terminado y nadie te conoce
porque hay silencio en vez de un hombre
y no me puedo acordar qué pasó entre nosotros 
¿la necesidad de viajar ¿el deseo de llegar?
ni el aire temblando sobre tu piel
ni los árboles
ni el médico que te advirtió
ni el perro que encontramos en uruguay
ni tus ojos que miraban para abajo
tu cara se puso blanca y tu cuerpo se fue ablandando
te pusiste de nuevo el reloj
y soñaste con un mundo sin vos

pienso en el espacio exterior y en la palabra cosmonauta. en las radios y las ondas satelitales. una radio siempre es transmitida desde el espacio exterior, flotando en el aire. la persona que elige las canciones está siempre sola en un cuartito alfombrado, y afuera hace frío, pero ellos no saben que por la noche la radio se pone interesante. 
la radio fantasma que nadie se atreve a sintonizar
el espiral de satélites que hacen que tu voz todavía llegue hasta acá
la densidad de las nubes que me permiten viajar desde mi habitación al centro mismo de tu memoriaal punto frágil
en que los recuerdos se convierten en entusiasmo
¿vos creías en la llegada del hombre a la luna?
Me gustaría decir algo como “mi papá no creía en la llegada del hombre a la luna, creía que todo había sido un montaje a cargo de kubrick” pero no sé si es así. me gustaría mandarte un mensaje que diga hola pa, ¿para vos es verdad que el hombre llegó a la luna? pero si lo mando nadie me va a responder.

si manejases una nave espacial
sería una nave de vidrio y madera
cuando tuvimos nuestra última conversación yo pensé “probablemente ésta sea nuestra última conversación” pero no está bien tener ese tipo de pensamientos, me decía la gente alrededor así que me distraje pensando en otra cosa
pero en nuestra última conversación hablamos sobre meditación
y me dijiste que cuando tenías mi edad leías un libro en el que un gurú contaba su experiencia levitando, y su cuerpo estaba en la habitación, pero una parte se desprendía y flotaba por el aire, sostenido a su cuerpo por un hilo de plata.