por Cecilia Biagini
A la calle la camino sola desde los 7
Iba y venía en delantal blanco,
conocía los puntos estratégicos del barrio,
biblioteca, kiosko, escuela, plaza.
Ya para los 9 encaraba la avenida Santa Fe.
Se me había ocurrido el coleccionismo
y recorría los negocios pidiendo moños.
Aunque lo que realmente me deleitaba
era su ejecución.
Ver manos, la cinta y la tijera
en acción. Por tedio,
entusiasmo o espíritu creador
el desconocido
del otro lado del mostrador
me entregaba su performance.
Y yo, en el puro disfrute hipnótico
de ver sus dedos manipular
y con la tijera estirar la cinta para el rulo.
El proceso y la transformación
Ya eran mi gran atracción
Cuando llegué a New York
me sentía en un pozo
Y al subir las escaleras del subte,
vislumbrar de a poco pedazos de cielo
con edificios
era como ascender a otro estado
El corazón latía aventura
Y cruzar un puente caminando
volver a vivir
Salir del teatro
Después de trabajar siempre fue
una fiesta merecida, volver a la calle
caminar por Corrientes
Ser persona después de ser personaje
Aunque podía al funcionar al revés
Y ser un extraterrestre en
La noche porteña
Como salir del taller a la calle
después de muchas horas,
es un choque de lunas;
como estar desnudo en el colectivo.
También en al calle
hay miseria,
pobreza y abandono
La ves o no la ves
tenes que tener cuidado
de no pisar a nadie
y que no te pisen
Cuando se cayeron las twin towers
Llovió ceniza por días
Y por meses el afuera olía a quemado
Al personaje del almohadón de plumas
Me lo dieron por que el asistente me vio
actuando en Paladium y al rato me
vió vomitando en la calle
Según me contó después ese cruce
entre la vida y el escenario
Le pareció perfecto para el personaje
A los 20 sin cita previa
llegué a San Martín de los andes
Después de viajar 3 días en tren.
En ese entonces era el Corifeo en Antígona
Pero caminando por la ladera
junto al lago recitaba la obra completa
a los cuatro vientos.
Entonces fui Creonte, Tiresias
Ismene, el mensajero, Antígona
Y el coro todo
Un día, bajo los efectos
de una droga psicodélica
quise ir a la calle,
cuando salí
No distinguía el afuera.
Afuera y adentro
Eran lo mismo
No lo pude soportar
volví a la cama
a esperar que se me pase el efecto
En la bicicleta
Hoy hice 8 millas de ida y 8 de vuelta
Pedaleando cruzo la ciudad
Flashes de barrios y personas
Las imágenes como pensamientos
que fluyen
La bici es libertad
Cuando pedaleo me transporto
Llego a la paz