por Mara Belén Parra
Hay algo después de las torres
con luces prendidas en sus balcones y
personas adentro que se gritan cosas.
Hay algo atrás del estacionamiento de veintiséis pisos
con un cuidador que a veces me mira cuando
me olvido de bajar la persiana de mi cuarto.
Hay algo arriba del conjunto vacío
que forman los pulmones desencajados
de los edificios en la manzana donde vivo.
Hay algo por encima de las ideas
de todos los presidentes del mundo. Aunque no parezca,
hay algo más arriba que Internet.
Tan arriba que puede alojar al sol.
Y si no lo vemos por muchos días empiezan a dolernos
distintas partes del cuerpo al mismo tiempo.
Hay algo que no miente,
que puede ser un sinónimo de vida
y el antónimo de paredón.
¿Cuál es tu olor?
Acá crearon un gusto de helado con tu nombre.
Sos el peluche multicolor de una galaxia que diagramó la NASA.
Y si algún día una persona común
se para arriba de otro planeta y mira al nuestro
puede que no te vea. Puede que no existas.
Entonces no sé cómo van a hacer
los que atraviesen ese telón iridiscente
para escribirle un poema al cielo.