por Malena Zanazzi
Camino por el departamento vacío
y sé que abandonar una casa
es también perder una ventana
El horizonte particular del segundo piso
metros de techos como terrazas cultivadas
de hollín horripilante
un puñado de árboles intentando ganarle
sin éxito
al fantasma de la autopista
tan cercano que todo parece gris
aunque esté a mis espaldas
Los cables atravesados en anarquía
no forman una red
que pueda sostenerme
sentadas arriba, las palomas
todavía pueden escuchar
el arranque pistero de la moto cara
alrededor de la que fuman
los chicos del barrio
Desde esa ventana vi caer
la nieve inesperada
y sentí el chirrido metálico
de las hamacas que
volvía locos a los perros abandonados
Un cielo abierto sin interrupciones
cementerio de todos los pensamientos
que viajaron como rayos láser
a explotar en el atardecer
y que nunca voy a conocer
aunque me pare allí
en el punto exacto de contemplación
pensando como tonta
que todxs vemos lo mismo.